Las grullas vuelven a la Laguna de Gallocanta en su ruta migratoria. A partir de noviembre las grullas bajan desde el norte y a partir de finales de febrero se produce el paso migratorio prenupcial de estas aves desde tierras extremeñas hacia los países del norte de Europa, donde crían.
La llamada de la naturaleza, que impulsa a las grullas a volver a sus zonas de reproducción, y una ligera recuperación en los niveles de agua de la Laguna de Gallocanta, están haciendo posible que el cielo del espacio natural vuelva a recobrar la normalidad propia de estas fechas.
El 90% de las grullas que siguen la ruta migratoria occidental pasa por la Laguna de Gallocanta, lo que supone un total de unas 200.000. En los censos que se suelen realizar es fácil llegar a contabilizar hasta 70.000 grullas.