El otoño está en pleno apogeo y los árboles caducifolios ya han empezado a cambiar sus colores verdes brillantes por tonos de amarillo, naranja y rojo. Para los fotógrafos, especialmente los fotógrafos de paisaje, esta época del año es uno de los momentos esperados. Nos lanzamos para aprovechar todos esos hermosos colores intensos que llevan a los meses de invierno.
Os presentamos en el artículo de hoy algunos consejos para fotografíar el otoño que podemos tener en cuenta durante nuestra sesión fotográfica. Seguro que si aplicas estos consejos mejorarán tus resultados de fotografías de paisaje de otoño.
Usa un polarizador
Si estás familiarizado con la fotografía, es probable que hayas usado o al menos escuchado acerca de un polarizador. Los polarizadores son filtros (circulares o cuadrados) que se colocan en la parte frontal de la lente. Básicamente, solo permiten el paso de determinada dirección de la luz. Los polarizadores ayudan a oscurecer los cielos, reducir los reflejos y, lo que es más importante, profundizar los tonos de color.
Hay que tener en cuenta que los polarizadores reducen físicamente la cantidad de luz. Por ello deberemos ajustar la exposición si hemos puesto el filtro.
El uso de un polarizado potencia la intensidad de los colores y elimina los reflejos del agua en las rocas.
Los colores complementarios
Una excelente manera de potenciar las imágenes de otoño es tener en cuenta los colores complementarios en nuestras composiciones. Los colores complementarios son tonos opuestos entre sí en la rueda de colores estándar.
Rueda de colores complementarios
Si en una misma imagen aparecen de forma destacada colores complementarios, el resultado será más agradable y estético. Los naranjas, los rojos y los amarillos son los colores principales de otoño. Por tanto es interesante buscar sus colores complementarios (azules y púrpuras) e incorporarlos en la composición.
Aprende a usar el agua y la niebla.
El agua es uno de los elementos más dinámicos de la naturaleza y es un recurso que si lo tenemos a mano, debemos intentar utilizarlo. Por tanto, cuando nos enfrentemos a un paisaje otoñal, una de las esencias del otoño es el agua, ríos, riachuelos. Es una excelente manera de inyectar un nuevo nivel de creatividad en sus imágenes de colores de otoño.
El agua, especialmente si la captamos en ríos o pequeños arroyos proporcionarán movimiento y direccionalidad a nuestra fotografía, haciendo que el resultado sea mucho más impactante.
La niebla, es también en cierto modo agua…. Y es también un elemento típico del otoño. Por tanto, en las situaciones en las que la niebla aparece debemos potenciar su presencia para crear imágenes igualmente bellas y misteriosas.

Las brumas matinales y nieblas son típicas del otoño. Hay que aprovecharlas para generar atmósferas misteriosas.